La educación ambiental como eje transversal en la dimensión pedagógica institucional y en su transposición comunitaria
Desde el mes de febrero del corriente año, docentes y estudiantes de las materias de primero y segundo año de las carreras de Profesorado y Licenciatura de Geografía desarrollan un proyecto de articulación con el Colegio Secundario Rural Casa de Piedra. Se realizan prácticas áulicas compartidas y, a la vez, prácticas comunitarias en articulación con el Ente Comunal, la Secretaría de Turismo de la Provincia de La Pampa y actores locales. El eje transversal es la implementación de la Ley Nacional de Educación Ambiental, la cotidianeidad escolar ante las nuevas propuestas (educación formal) y su transposición en la comunidad (educación no formal). Intervienen las asignaturas de Introducción a la Geografía, Climatología, Geología y Geomorfología, Biogeografía e Hidrología, con una incorporación posterior de docentes y estudiantes de Turismo (prevista en una segunda etapa de trabajo, a partir del mes de agosto).
En principio, se realizaron reuniones entre autoridades y docentes representantivas de la UNLPam, la Facultad de Ciencias Humanas y la institución de nivel secundario, donde se consensuó trabajar con talleres en territorio, primero en el colegio y seguidamente en instancias de salidas educativas en la villa turística. En ambos casos, el objetivo inicial fue realizar relevamientos y definir la situación ambiental del lugar, y así caracterizar los riesgos y problemáticas locales, pero a partir de la observación y percepción de los y las estudiantes, con algunas orientaciones preliminares del cuerpo docente.
En este marco se hicieron encuentros previos en los que se explicó cómo elaborar un árbol de problemas y sus diferencias con un diagnóstico FODA, como segunda técnica. A su vez, en una primera aproximación al terreno, se realizó un simulacro para exponer las distintas formas de relevar datos observables, así como otros cuya intangibilidad o complejidad requirieron de una mirada más analítica y compartida entre pares.
Después de estas instancias de ensayos a cargo de docentes y estudiantes de la Facultad, docentes y estudiantes del Colegio expusieron un árbol de problemas, mediante el cual explicitaron las implicancias ambientales de la bajante del río Colorado como problema central. Refirieron a la suspensión de deportes náuticos, la degradación del entorno natural al lago artificial (salinización en el suelo en áreas antes poco expuestas, como por ejemplo se observa en las imágenes al pie), la disminución del número de turistas, la recesión en cuanto a las actividades económicas satélites del turismo, entre otras.
En tanto, en salidas de campo realizadas los días 13 y 14 de junio, se recorrieron los puntos extremos de la villa turística y se visitaron lugares neurálgicos que hacen a la identidad local. En ellos, se integró la voz de vecinos y vecinas, y a la vez, se delinearon otros planteos y reflexiones como, por ejemplo: ¿En qué medida los riesgos y problemas ambientales observados en la salida y, antes trabajados en clase, dependen de quienes residen o tienen poder de decisión en el territorio?; ¿Cuáles no? En esa línea se trabajó el análisis FODA, mediante el cual, por un lado, jerarquizaron la agenda anteponiendo aquellos problemas de amplio alcance o problemáticas centrales. Luego, definieron aquellos que se limitan a la amenaza, es decir, a influencias negativas o peligros que no dependen de la acción humana o la decisión de agentes locales; y asimismo aquellos que sí (debilidades), como, por ejemplo, la presencia de mini basurales y mascotas abandonadas. Sobre estos últimos se abrieron consignas para un siguiente encuentro previsto en agosto: ¿Qué podemos hacer como comunidad educativa para atenuar, resolver o incluso, recomponer el daño ambiental?
También, se analizaron las oportunidades y fortalezas con la misma lógica que las amenazas y debilidades, pero orientadas a encontrar en ellas parte de las propuestas de solución, o al menos, para comprender qué potencialidades tiene el lugar y no son aprovechadas en aras de contrarrestar los riegos y problemas. Por ejemplo, se pensó en gestionar cartelería de información ambiental y otra necesaria para orientar al visitante, como en el caso del sector habilitado para playa, a 10 km de la villa y por camino de ripio (no existen señalización en la Ruta Nacional 152), y asimismo para advertir la presencia de animales ponzoñosos en la cercanía al río, los protocolos en el contexto de emergencias, la habilitación de algunas actividades, etc.
De esta manera, en este primer cuatrimestre del ciclo 2022, el trabajo de articulación permitió fortalecer prácticas docentes desde una mirada integradora de la realidad, bajo un itinerario desarrollado en el territorio, con una secuencia que intenta materializar cambios a la luz de las opiniones, conclusiones y reflexiones del universo de estudiantes. Y si bien la dimensión ambiental adquirió mayor relevancia, mediante ella se pudieron indagar otras variables que hacen a la calidad de vida de los habitantes y visitantes de Casa de Piedra, tales como la económica, la social, la cultural, la sanitaria, entre otras.